La forma, el tipo e incluso el momento de comer fruta viene presentándose como una fuente de controversias que preocupan a los que las consumen, es más hay quien debido a estas circunstancias equivocadamente han dejado de comerlas o han cambiado patrones de consumo que verdaderamente eran correctos por otros bastante absurdos y sin ningún fundamento.

Antes de nada, debemos considerar que la fruta en general es un magnífico alimento que no puede faltar nunca en nuestras mesas, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han hecho recomendaciones dirigidas a que la población consuma diariamente frutas, hortalizas y verduras, estimando en aproximadamente medio kilogramo su cantidad. Este consejo viene dado porque la evidencia científica es más que demostrada sobre los beneficios que causa a nuestra salud; tal vez esta es la razón que crea las diferentes polémicas y mitos sobre su consumo.

Antes de seguir es necesario precisar una máxima que todo el mundo debe tener meridianamente clara, la fruta no cura enfermedades, ninguna, es más los alimentos, ninguno sana ninguna dolencia conocida, para eso están los medicamentos que se diseñan para tal fin. Otra cosa es que su consumo regular nos ayude y mucho a prevenir la aparición de alteraciones patológicas o incluso mejor, incrementa nuestro nivel de salud.

Esta premisa nos podría hacer pensar que “si la fruta es tan buena,…puedo comer tanta como me plazca”, pues mi respuesta es sí y no…lo explico, como elección saludable es algo indudable pero resulta que nuestro organismo necesita fruta aunque también otros alimentos, cereales, leguminosas, carnes , pescados…y el problema radica en que si el consumo de frutas y verduras es excesivo, podríamos encontrarnos con una dificultad nutricional, que no es otro que el defecto de algún nutriente esencial que no se consume porque su lugar está ocupado por melones, manzanas y zumos detox… Por tanto, fruta y verdura, sí a diario y como dice la publicidad lo correspondiente a 5 raciones al día. Consejos para conseguirlo, algo muy sencillo, nuestro postre siempre una fruta, nuestras comidas principales, siempre acompañadas de ensaladas variadas, y en el desayuno, una pieza o en su defecto un zumo natural.

Al hilo de esto, es posible que algún colega de ideas más ortodoxas me diga que no es lo mismo una fruta entera que un zumo, y razón tiene, porque las frutas contienen bastante azúcar pero la gran mayoría también cuentan con mucha fibra y ahí está la clave, para que nuestro organismo extraiga esos azúcares, que por otra parte son la mayor parte de los nutrientes que contiene, necesita que el sistema digestivo ponga en marcha enzimas y microorganismos que “rompan” estas fibras y esto se lleva un buen rato, con lo que los niveles de glucosa en sangre se elevan poco a poco, algo que es bueno, pero ¿qué pasa con los zumos? por cierto incluidos los detox, que ese trabajo queda eliminado en gran parte porque la batidora u otra herramienta se ha encargado de romper la fibra, liberándose con facilidad una gran cantidad de azúcar que llega a la sangre elevando la glucemia rápidamente y esto no es bueno salvo que se necesite un golpe de energía rápida, porque nos ponemos a trabajar, a realizar ejercicio, etc, entonces puede ser útil en el desayuno.

Bueno dicho esto, afrontaremos otro dilema para mucha gente, qué pasa con las personas diabéticas, ya sabes con el azúcar alto, a veces por las nubes, ¿pueden o no tomar fruta con cierta libertad?

La respuesta es positiva, pueden y deben tomar fruta, aunque no deben excederse, al final en la moderación está el equilibrio de las cosas, con la fruta también. La fruta contiene fructosa que es un azúcar que aumenta la glucemia, pero tiene otros componentes maravillosos para la salud del diabético que le ayudan en su problema de salud. Algunos investigadores han indicado que, si la fruta es consumida junto con proteínas, el uso de la insulina es bastante más adecuado y por tanto ayuda en el proceso. Pero ¿vamos a comer sandía con pescado…? No, no hace falta combinarlos así, simplemente, tras la comida que suele contener alimentos proteicos habitualmente, tomar la fruta como postre.

Y ahora, una duda existencial que me divierte, el problema horario, “Es mejor comerlas en ayunas”, “entre comidas”, “antes de comer porque como postre engorda” y la que más me gusta, “después de las 19.00 no se puede tomar fruta”, claro en Canarias, una hora menos…¡hay que ver qué imaginación más florida tiene la gente!

La fruta no sabe ni entiende de horarios, es absolutamente indiferente, la hora, el momento y el lugar. Muchos de estas ideas surgen porque tradicional y erróneamente en las dietas de adelgazamiento se ha propuesto tomar la fruta antes de la comida con objeto de adelgazar, ¡no! Con idea de llenar la panza y así evitar que comas más de otra cosa que tal vez engorde más, es una herramienta de mediocre profesional de la nutrición, a ver, es cierto que por ejemplo si se come entre horas, se evita picotear otras cosas, ahí puede tener su sentido, pero no porque adelgace o engorde, es una cuestión práctica nada más; y sobre la tarde…algo absurdo, ingerida en el conjunto de una dieta equilibrada y saludable, no engorda más porque la comamos antes de dormir, se supone que todo el conjunto de lo que comemos en el día, está ajustado a lo que necesitamos por tanto ¿qué más da la hora?

En definitiva, comamos fruta, es buena, muy buena mejor si es su temporada porque contiene sustancias muy interesantes para nuestra salud, especialmente las muy coloreadas, con tonos oscuros y potentes (rojos, azules, amarillos, morados, …) porque son las que más antioxidantes contienen, pero esto será contenido de otro artículo.